La Reserva de la biosfera del Río Cabriel

LUGARES DESTACADOS

  • Tranco del Lobo
  • Hoz del Júcar
  • Valle del Cabriel
  • Casas de Ves 

Historia de la Manchuela. Ocio y Actividades

  • Historia de La Manchuela
  • Ocio y tiempo libre 

TRANCO DEL LOBO

Tranco del Lobo

Según versión oral transmitida por personas mayores, se denomina así: “Tranco” por la estrechez del río Júcar y “Lobo”, porque había lobos que saltaban de una parte a otra del río, hasta principios del siglo XX, en ese paraje poblado de monte de pinos y arbustos.

En 1921, el Ministerio de Fomento, autoriza la cesión de terreno de Monte “Derrubiada” a favor de Electra Industrial, para construir una central Hidroeléctrica en el indicado Tranco del Lobo, obra que se termina de construir en 1923.

En 1925, la anterior empresa hace la transferencia de obra e instalaciones a la Sociedad Hidroeléctrica Española. Ésta edificó 17 viviendas para los empleados fijos de la Central y una Ermita que se habilitó además para Escuela de niños. El 15 de Octubre se celebraba la festividad de Santa Teresa de Jesús, que fue nombrada como Patrona del poblado.

Esta zona es un lugar idóneo para la práctica del senderismo y la pesca. En sus inmediaciones, se pueden observar aves acuáticas, como el ánade real, garza, así como aves rapaces como el halcón peregrino, el águila real y el águila perdicera. Además es una zona frecuentada por jabalíes y cabras montesas. En sus aguas se pescan lucios, black bass, carpas, cangrejos y algún berbo.

 Puente colgante sobre el río Júcar. Fuente: blog.gluubo.com

 Puente colgante sobre el río Júcar. Fuente: blog.gluubo.com

Alberga una variada flora de clara influencia levantina, entre las cuales se encuentran varias en el Catálogo Regional de especies protegidas.
La zona boscosa, poblada de pinos carrascos y junto al cauce del río, crece un frondoso bosque de ribera con chopos y varios sauces.

Todo ello, ofrece un conjunto de extraordinaria belleza.
Continuamos por la pista asfaltada, junto al rio Júcar en dirección a la Central Hidroeléctrica el Bosque, ascendiendo por la senda vieja hacia el corral de Ramos o de las Tainadas, para dirigirnos por el llano hasta el punto de salida.

Fauna y flora: Si hay suerte, podremos observar, liebres, perdices, conejos, cabras montesas, corzos, abubillas, águilas, buitres, cuervos, y en cuanto a la vegetación, la típica mediterránea y plantas en la ribera del río.

Ruta senderista Tranco del Lobo

Municipio: Casas De Ves.
Denominación del sendero: Ruta del Júcar por Tranco del Lobo.
Salida y fin de ruta: La Solana, Casilla Buenos Aires.
Distancia: 11 km
Desnivel:
Duración: 3 horas
Dificultad: Media.
Terreno: Pista forestal, camino asfaltado y senda en la montaña.
Descripción: Salida del paraje La Solana, visitando el Cuco a media construcción y Horno moruno. Bajamos la cuesta en dirección al Tranco del Lobo, donde nos encontraremos el puente colgante sobre el río Júcar, el cual atravesaremos hacia la Iglesia y poblado abandonado.

Hoz del Júcar y Valle del Cabriel

Surcada por los ríos Júcar y Cabriel, La Manchuela es una comarca llena de contrastes que seduce al viajero por su riqueza paisajística y cultural. Situada en el extremo nororiental de la provincia de Albacete y al Sureste de Cuenca cuyas señas de identidad proceden de un pasado remoto que ha dejado sus huellas a través de las civilizaciones (iberos, árabes, romanos…) y los siglos: iglesias, castillos, murallas, blasones…

Pero La Manchuela no es sólo la historia de sus veinticinco pueblos. A menudo la llanura se hace valle, el trigal monte, la viña río y la naturaleza se muestra recóndita y cargada de sorpresas. Un inmenso bosque de pinos, un puente romano, una gruta subterránea, un mirador, una fuente centenaria, un desfiladero caprichoso o una cueva excavada en la roca.

Atendiendo a sus dos vertientes, hay dos itinerarios de especial importancia siguiendo el curso de los ríos: la Hoz del Júcar y el Valle del Cabriel.

Hoz del Júcar

En la vertiente del Júcar, el recorrido va desde Motilleja hasta Villa de Ves, y en él se combinan los muchos atractivos del paisaje con el interés histórico de la zona, constituyendo una ruta particularmente recomendable. Partiendo del paraje de «Cuasiermas» en Motilleja, zona especial para el baño y la acampada. Si es aficionado a la pesca, puede disfrutar de este deporte en Valdeganga. Siguiendo el curso de la carretera, que discurre paralela al río, llamarán su atención las pequeñas aldeas de casas-cueva excavadas en la roca, arquitectura característica en los pueblos de la ribera del Júcar.

En pocos minutos llegamos a Jorquera, la antigua «Xurquera», capital administrativa y señorial de este estado y dependiente del Señorío de Villena, villa medieval de interés cultural que se alza a orillas del Júcar, bordeada de murallas almohades (siglo XII). Entre sus muchos atractivos destaca la Parroquia de Santa María de la Asunción, de estilo gótico-renacentista, la Casa del Corregidor, de 1727, con labras heráldicas, la llamada Torre de Doña Blanca, construida para defender el acceso de la villa, y las rejas del Ayuntamiento que datan del siglo XVIII. En buena parte de la población predomina todavía la arquitectura medieval y existen numerosas casas blasonadas. Como hallazgo arqueológico de importancia destacan las tumbas del siglo VI encontradas en las proximidades de la población.
Algunos miradores, construidos al efecto, nos permiten disfrutar de excelentes vistas panorámicas, desde allí se divisa todo el esplendor de la villa fortificada.

Especialmente merece la pena visitar Jorquera y las pedanías de la ribera del Júcar en el mes de mayo. El día 22 de este mes se celebra la Romería de la Virgen de Cubas, con alardes de Moros y Cristianos, fiesta de gran interés turístico y cultural.

Sin dejar el curso del río llegamos a La Recueja, pequeño y tranquilo pueblo, donde el paisaje y la posibilidad de acampar son los mejores motivos para visitarlo.

La llegada a Alcalá del Júcar puede ser todo un acontecimiento, es, sin lugar a dudas, uno de los pueblos más espectaculares y pintorescos de toda La Manchuela, con sus casas escalonadas en una ladera hasta la cima donde se alza el castillo árabe, que da nombre al lugar («AL-KALA»: el castillo) y abrazado por la hoz de este río.

Castillo de Alcalá del Júcar. Fuente: elviajerofeliz.com

Castillo de Alcalá del Júcar. Fuente: elviajerofeliz.com

Declarado conjunto histórico artístico, Alcalá del Júcar fue antiguamente aduana del Camino Real de Castilla a Levante. Hoy, sus empinadas calles, abocadas hacia el río, tienen un singular atractivo turístico que seduce al primer golpe de vista. Un atractivo al que se unen particularmente alguna de sus cuevas que atraviesan la montaña sobre la que se asienta la Hoz del Júcar, y que se encuentran abiertas al público. Concretamente, muy cerca de Alcalá del Júcar, en una de las paredes verticales de la hoz, se halla la Cueva de Garadén, fortificada por los árabes y célebre por su función de vigía en el Camino Real citado.

Cueva de Garadén. Fuente: manchaignota.blogspot.com

Cueva de Garadén. Fuente: manchaignota.blogspot.com

De igual modo, merece la pena visitarse la plaza de toros, única por su forma irregular y por la creencia de que en su origen pudo ser una lucerna paleocristiana. Para disfrutar de unas excelentes vistas, tanto del pueblo como de la hoz, conviene situarse en los miradores existentes en los caminos que se dirigen a los pueblos aledaños como las Casas del Cerro o las Eras de Alcalá.

Como obras arquitectónicas de interés destacan en Alcalá del Júcar, la Parroquia de San Andrés (siglo XVI al XVIII) con pórtico de entrada neoclásico, un puente sobre el Júcar de origen romano y reconstruido en el siglo XVIII, el castillo de origen árabe, aunque reformado en época cristiana, y la Ermita de San Lorenzo (siglo XVIII).

 Parroquia de San Andrés, Alcalá del Júcar. Fuente: castillalamancha.es

 Parroquia de San Andrés, Alcalá del Júcar. Fuente: castillalamancha.es

Continuando la ruta trazada junto al Júcar, llegamos a Tolosa, de aquí en adelante el paisaje se hace cada vez más agreste, el cauce se estrecha y se convierte en «cañones» de una belleza extraordinaria.
Llegados a este punto los itinerarios posibles se multiplican. Como recomendación pueden valer parajes como Las Rochas, el Tranco del Lobo y El Molinar, estos dos últimos albergan los poblados de las dos antiguas centrales hidroeléctricas.

Finalmente, como último pueblo en nuestro recorrido, se encuentra Villa de Ves, antigua capital del Señorío de Ves y viejo albergue del Alcalde Corregidor, nombrado villazgo de las manos de Alfonso X. Hoy es un pueblo semiabandonado. Sin embargo, revive todo su esplendor el 14 de septiembre, día en que se celebra la romería en honor al Cristo de la Vida, guardado celosamente en el santuario homónimo del siglo XVI. En él pueden contemplarse hermosas bóvedas góticas tardías, así como tres retablos, dos renacentistas y uno barroco, todos ellos de gran interés. También en este santuario y a través de una trampilla abierta en el suelo, se desciende a unas profundas criptas con algunas momias.

Concluida la ruta de la Hoz del Júcar, la visita de algunos pueblos del llano representan una alternativa para cambiar de paisaje y contemplar estupendas panorámicas desde la planicie. Así dejando la Hoz del Júcar a su paso por Jorquera y tomando la carretera que conduce a Casas de Juan Núñez, es obligado hacer un alto en el camino para asomarse a los miradores mencionados anteriormente. Una vez llegados al pueblo merece la pena pasear por el barrio de casas-cueva.
Pozo Lorente, por sus cotos de caza con abundantes especies, ofrece a todos los aficionados a este deporte un notable interés cinegético.
De Villavaliente podemos destacar las ruinas de un poblado ibérico denominado «Valenbonga».
Haremos un alto en Alatoz para visitar su iglesia dieciochesca de San Juan Bautista, declarada de interés cultural, con retablo neoclásico. Los alrededores de este pueblo serán motivo y excusa para detenerse y realizar alguna excursión a pie.

Por último, Carcelén es uno de los pueblos del llano más interesantes. Destaca especialmente el castillo fortaleza, del que se tiene escasa información, sabiendo únicamente que fue antigua mansión señorial y que está fechado hacia el siglo XV.

Castillo de Carcelén. Fuente: es.wikipedia.org

Castillo de Carcelén. Fuente: es.wikipedia.org

En el ámbito festivo y tradicional, la celebración de la noche de «Los Montones» es visita obligada para cualquier curioso. Se celebra en el mes de Agosto y da comienzo a las fiestas mayores de Carcelén, consiste en una desesperada carrera de antorchas a través del monte que culmina con una gran hoguera en honor al Cristo. Los orígenes ancestrales de esta fiesta nos remiten a la persecución y quema de brujas.

Valle del Cabriel

La ribera del Cabriel, uno de los ríos más cristalinos de Europa, constituye la ruta ideal para los amantes de la naturaleza. Recomendamos que para disfrutar de toda la belleza de esta zona el recorrido se haga a pie o en bicicleta, bien provistos de equipos, agua y víveres. Rodeado de bosques y parajes totalmente vírgenes de notable interés ecológico, sus nacimientos de aguas termales fueron, al parecer, origen de asentamientos primitivos, así lo demuestran los restos de pinturas rupestres de sus márgenes.
De este a oeste, partiendo de las Casas del Río, donde se encuentra una noria del siglo XVII, hoy restaurada y en funcionamiento, llegamos a Cilanco, aldea que conserva muestras típicas de la arquitectura tradicional como uno de los antiguos lavaderos y un cuidado sistema de distribución de aguas para el riego de sus múltiples huertas.

Noria de Casas del Río. Fuente: instagram.com (valenciabonita_insta)

Noria de Casas del Río. Fuente: instagram.com (valenciabonita_insta)

En Villatoya resulta imprescindible la visita al Balneario de la Concepción, data de 1848 y sus aguas termales tienen excelentes propiedades medicinales.
Apenas unos kilómetros más llegamos a la antigua central de El Retorno. Siguiendo el curso del río encontramos La Terrera, paraje dotado de instalaciones que funcionan como Aula de Naturaleza, unos metros más arriba, el Balcón del Ensueño, un mirador que nos muestra toda la belleza del valle que surca este hermoso río.
Después el camino nos lleva a Tamayo, allí conviene hacer echar un vistazo a los restos de una calzada y un puente romanos.
Cabriel arriba, otro de los buenos lugares para darse un buen baño es el paraje denominado La Rueda. Muy pronto se llega al Molino de los Batanes y seguidamente a Los Cárceles, aldea todavía habitada que dispone de una buena zona de recreo donde disfrutar del paisaje, teniendo como fondo uno de los puentes más espectaculares sobre el Cabriel de la inacabada línea de ferrocarril Baeza-Utiel.

El río continúa, aunque sus mejores parajes en La Manchuela ya han quedado atrás. Sin embargo las posibilidades turísticas no se agotan.
Como alternativa próxima al Valle del Cabriel, puede disfrutar de la comodidad de un alojamiento y conocer la cultura y gastronomía de pueblos cercanos al río. Tal es el caso de los pueblos que componen el denominado Rincón de Ves, equidistantes del Júcar y el Cabriel: Casas de Ves, con un excelente retablo churrigueresco en la iglesia de Santa Quiteria, obra barroca (siglo XVII – XVIII) y el Ayuntamiento (siglo XVIII) hoy restaurado, así como las Salinas del Cuco, de propiedades curativas. Balsa de Ves, también con una parroquia barroca del siglo XVIII y Villa de Ves.

Fuente: Rutas turísticas de la Manchuela Diputación de Albacete.

Casas de Ves

Iglesia de Santa Quiteria

La iglesia de Santa Quiteria está situada en el municipio español de Casas de Ves (Albacete). Fue construida en el siglo XVI y sus características fundamentales responden a una arquitectura románica sencilla. Se encuentra situada cerca de la plaza Mayor a pocos metros del ayuntamiento de Casas de Ves.
De estilo barroco, 1569. Cuando la construyeron era una simple planta rectangular de 28m de larga por 9’50m de ancha. En 1748 se construyó el crucero, constituyendo la planta una cruz latina. Su cimborrio ochavado tenía cúpula peraltada. El altar mayor era de madera, tallado en estilo churrigueresco y pintado con pan de oro. Consta de 4 capillas. La nave central, cúpula y parte de los muros están pintadas al estilo clásico barroco
En 1994, se restauran cúpulas, cubiertas y retejado, se instalan nuevos y cómodos bancos.

 Iglesia de Santa Quiteria. Fuente: cultura.castillalamancha.es

 Iglesia de Santa Quiteria. Fuente: cultura.castillalamancha.es

De construcción sencilla, cuenta con muros gruesos de mampostería, piedra troceada y refuerzos en esquina de piedra entera, consolidadas exteriormente por bandas o lasenas; el techo o cubierta es de madera. Los muros están rematados por cornisa de piedra, bóveda de cañón y cubierta a dos aguas.
La torre, de excelentes proporciones, está adosada al lateral occidental del edificio. De planta cuadrada, en ella se aprecian tres cuerpos, el primer cuerpo o base tiene un zócalo de piedra de sillería y está delimitada por cornisa también de piedra, dando paso a un segundo cuerpo que, al igual que el primero, está construido con piedra de sillería y cornisa, dando paso a un tercer cuerpo que culmina en un campanario; éste está construido con piedra de sillería labrada y coronada por una cornisa en la que se alternan pirulos esféricos y piramidales y gárgolas de piedra.

En 1748 se construyó el actual crucero con forma de cruz latina. Consta de una gran nave, coronada por un cimborrio ochavado, cúpula peraltada y un amplio presbiterio.
La entrada a la iglesia, en la fachada sureste, situada entre dos contrafuertes que consolidan los muros de la nave, tiene una especie de atrio formado por un arco de poca calidad con bóveda baída que cumpla su función. Al fondo, sobre la fachada del mismo, tiene un frontón de piedra en relieve, entrecortado y coronado con hornacina de cúpula «horno».
En la nave principal, a lo largo de la fachada sur, se forman dos capillas, una de ellas absorbida por una construcción adosada al templo, la segunda capilla con bóveda y arco de medio punto en piedra formado por dovelas. De iguales características existen otras dos capillas adosadas a la fachada de orientación nordeste.

Fuente: Casas de Ves y su historia de Juan Gómez Peñalver.

Interior de la iglesia de Santa Quiteria. Fuente: cultura.castillalamancha.es

Interior de la iglesia de Santa Quiteria. Fuente: cultura.castillalamancha.es

Ayuntamiento de Casas de Ves

Reinando en España Carlos III, por Real Carta del 6 de febrero de 1775, fue autorizada la construcción de la Casa Ayuntamiento, y concede Real permiso y facultada al lugar de Casas de Ves, para que, por el tiempo de seis años prorrogables, si fuese necesario, puedan romper, laborear y arrendar el prado llamado de Campiñana, lo que se pueda en el de la Encarnación, partida de las Covachuelas, Pozo Nuevo, Hoyuela y otras tierras inmediatas.

El Ayuntamiento junto a la Plaza Mayor se finalizaron las obras de construcción en 1803, con el acalde D. Benito Diéguez.
En sus dos pisos coexistían: cárcel, calabozo, dependencias de la Guardia civil, escuela de niños y escuela de niñas, habitaciones, oficinas municipales y juzgados.

Ayuntamiento de Casas de Ves. Fuente: es.wikipedia.org

Ayuntamiento de Casas de Ves. Fuente: es.wikipedia.org

Tras ser trasladado el Cuartel de la Guardia Civil, los servicios municipales fueron a ocupar su lugar, así como en 1983 el Mercado Municipal. El Archivo Municipal se ubica en el ático, ampliado en 1986. Para facilitar la accesibilidad las oficinas se trasladan a la planta baja en 1995. En esa misma planta coexiste el Club de Jubilados y Pensionistas.

La Plaza Mayor presidida en su lado este por el edificio del Ayuntamiento, es el centro de reunión del pueblo, de jóvenes y no tan jóvenes, escenario para la coronación de la Reina de las Fiestas, para bailes, etc.

Aunque todo el mundo la ha conocido siempre como “La Plaza”, a lo largo de la historia ha tenido diversos nombres según los avatares políticos, y actualmente se ha quedado con el de “mayor”, y es que aquí, a las otras plazas se les llama “placetas”.

La Plaza Mayor antigua era de piso de cantos y tiene apisonada hasta que en el año 1979, fue pavimentada con grava, arena, y riego asfáltico.

Construido el Mercado Municipal próximo a la Plaza, para mejora de Estructuras Comerciales, se consigue en el mes de agosto del año 1987, del Ministerio de Comercio, una subvención para embaldosar con terrazo los accesos al expresado Mercado, que comprende la Plaza y trozos de calles adyacentes. También se colocaron bancos de hierro fundido y se plantaros varios árboles. Las obras finalizaron en 1988.

Seguidamente el Ayuntamiento acordó declarar vía peatonal a la zona indicada.

Así pues, con la nueva pavimentación, fuente monumental y fachada de la Casa Consistorial, Cooperativa y de particulares, ha quedado una plaza bonita que causa admiración a los visitantes.

La Fuente está formada por dos platos octogonales con surtidor de agua y luces de colores. Sus mosaicos son de Talavera de la Reina. Fue construida en 1989. Sustituyó a una fuente antigua de cuatro grifos en la que se abastecían el vecindario con los recipientes que disponían.

Otros lugares de interés

Las Salinas de Lázaro

Antiguamente y hasta el año 1969 se fabricaba sal en la zona, en una balsa a la que le echaban agua del manantial de las salinas, tres veces a la semana para que cristalizara por evaporación del sol.

A partir de 1970, los baños de las “Salinas de Lázaro” se usan para tomar baños ya que sus aguas se le atribuyen propiedades terapéuticas para el reuma y la artrosis.

Fuentes naturales

Entre los numerosos manantiales que nacen en el término, destacamos los siguientes que son de aguas medicinales: Baños del Cuco, Manantial de la Salaboreja, Fuente del Lavadero y Fuente del Amajal.

Fuente: Casas de Ves y su historia de Juan Gómez Peñalver

Historia de La Manchuela

El Valle del Júcar es una excelente vía de comunicación entre tierras levantinas y mesetarias. Esta permeabilidad geográfica ha sido causa, desde siempre de un continuo trasvase de mutuas influencias culturales, políticas y económicas. Pero, también por ser zona de contactos, las vicisitudes derivadas de nuestra conflictiva historia nacional, las han llevado frecuentemente a situaciones políticas y bélicas antagónicas.

Para la defensa de los límites entre ambas tierras ribereñas, fue necesario sembrar todo el cauce del río de un rosario de núcleos fortificados, entre los que tenemos que destacar forzosamente la Villa de VesAlcalá del JúcarCarcelén, y las fortalezas de Cubas y Garadén, hoy prácticamente irreconocibles, situadas al nordeste de la actual provincia de Albacete y fronterizas con el antiguo Reino de Valencia.

Precisamente fue por esta tierra albacetense por donde se iniciaría la reconquista cristiana (1211), de la mano del rey Alfonso VIII. Perdidas de nuevo por los cristianos en manos musulmanas, un año después tuvo que volver el monarca sobre sus pasos para recuperarlas, hecho que nos describe la crónica con las siguientes palabras:

«…fue el rey Don Alonso con gientes de Madrit, e de Guadalaxara, e de Hupete, e de Cuenca, e de Uclés, e con los ricos-hombres, e prisieron a Jorquera, e a las cuevas (Garadén o Cubas), e Alcalá e otros castiellos…»

Definitivamente reconquistadas, estas tierras fueron agregadas a la circunscripción de Cuenca y puestas en posesión de varios caballeros.

El domingo 30 de mayo de 1266, por un privilegio de Alfonso X, dado en Sevilla, se configuró territorialmente el concejo de Jorquera, amplia demarcación a la que se agregaron como aldeas algunas plazas amuralladas como Ves, Alcalá del Río, Carcelén y otros núcleos habitados en las planicies, de los que sólo conocemos sus nombres, y en la actualidad ilocalizables, ya que pronto se despoblaron.

Toda esta dilatada comarca nororiental, hoy albacetense, pasó a integrarse dentro del gran conjunto territorial del Manuel, que fue el Señorío de Villena.

Siendo titular del Señorío Don Juan Manuel, por su albalá de 23 de mayo de 1309, dada en Villar de Cantos (Cuenca), concedió a Jorquera los mismos privilegios que gozaba Chinchilla, con el ánimo de favorecer su repoblación. Juan II los confirmaría en San Martín de Valdeiglesias el 2 de octubre de 1420, y sucesivamente lo harían los Reyes Católicos en 1496, Felipe II en 1570 y otros monarcas.

Conforme se produjo la repoblación de Jorquera, algunos de sus «barrios» llegaron a tener la suficiente entidad económica y demográfica como para que sus vecindarios consiguieran independizarse de la capital jurisdiccional. En los años que siguieron, la villa vería apartarse de ella algunas de las aldeas que se habían alimentado de su seno. En cierto modo la tierra de Jorquera será la historia de un despojo, cuyos primeros efectos se dejaron sentir a lo largo de la segunda mitad del siglo XIII y durante todo el siguiente.

La primera población en separarse fue Ves, al serle concedido el privilegio de villazgo en 1272 por Alfonso X. Su vecina Alcalá del Júcar lo consiguió en 1364, año en que se apartó de su jurisdicción, mientras que Carcelén, en 1398, pasó a integrarse definitivamente en un señorío aparte.

A pesar de todos estos cambios jurisdiccionales internos, exclusivos de estas villas, todas ellas (Carcelén aparte) continuaron integradas en la amplia demarcación que conformaba el Señorío de Villena, donde, a grandes rasgos, sus destinos corrieron la suerte común del resto de los pueblos que lo configuraban.

La desmembración del inmenso municipio de Jorquera daría lugar, pasados los años, a otras tres demarcaciones: la tierra de Ves, con capital en la citada villa, el Señorío de Villatoya y el Señorío de Carcelén.

Fuente: Historias de la Manchuela Diputación de Albacete

Ocio y tiempo libre

Las actividades de ocio y tiempo libre cubren los aspectos más diversos en La Manchuela, aunque, casi todas ellas se agrupan en torno a tres grandes apartados, con frecuencia relacionados entre sí: la naturaleza, el deporte y la aventura.

Existe una nutrida oferta que nos remite a la práctica de deportes tradicionales como la pelota a mano y la petanca. Además de todas aquellas actividades, hoy más solicitadas, como piragüismo, rafting, paseos a caballo, senderismo, pesca, caza,cicloturismo y otras actividades vinculadas con el medio natural y la aventura.

Las rutas para los amantes de la naturaleza son múltiples y ofrecen grandes posibilidades; bien para conocer la historia y la orografía de La Manchuela y descubrir su flora y fauna, bien para practicar la fotografía o, simplemente, disfrutar de la naturaleza del modo más placentero.

En torno a los ríos Júcar y Cabriel se abre todo un abanico de posibilidades para hacer turismo. Parajes como «El Tranco del Lobo» y «El Molinar» en el Júcar y la central de «El Retorno», «La Terrera», «Tamayo», «La Rueda», «el Molino de Los Batanes» y «Los Cárceles» en el Cabriel, son algunos de los lugares más destacados por su gran belleza paisajística y sus zonas de recreo y baño.

Los aficionados a la pesca pueden disfrutar de esta actividad en ambos ríos. El Cabriel es un río limpio, de aguas poco profundas, rápidas y cristalinas, se presta a todas las modalidades de pesca. Las especies más comunes son la trucha arco iris, el barbo, la lubina e incluso la anguila. Sus aguas están declaradas trucheras a lo largo de todo su recorrido por la comarca. En este río existe un coto intensivo de pesca de trucha denominado «La Terrera» y situado en el paraje de la Presa de El Retorno, en el término municipal de Casas Ibáñez. En él se puede pescar todo el año.

En el Júcar las aguas son más profundas y mansas y predominan especies como la perca americana, el lucio, la carpa, el barbo y los cangrejos, también existen dos cotos de pesca intensivos, uno en el paraje de «Las Mariquillas» en el término municipal de Valdeganga, y otro en «Alcozarejos», pedanía ribereña perteneciente al municipio de Jorquera.

Fuente: Historias de la Manchuela Diputación de Albacete